Enseñando el camino a la Selección Española de fútbol

Tragos de quina para acabar comiendo caviar beluga el domingo por la tarde.

Mal empezó el fin se semana con un gol de regalo al Delicias y otro de rebote. Se ponían por delante y ya nunca dejarían esa posición. Muchas oportunidades tuvimos los Pollos para haber dado la vuelta al marcador, tónica habitual este año en este equipo. Pero no, no estaban por entrar. Fallamos muchas y eso, sumado a los fallos defensivos, se convirtió en un muro demasiado alto para escalar. Aún así, Iván nos salvo de varias y a falta de unos minutos y pocos segundos, tuvimos el empate a puerta vacía. Pero era estéril. No nos entraba. Toca jornada de descanso, recomponer fuerzas y seguir, que es muy largo y estamos a dos puntos del líder.

La tarde del domingo siguió parecida al sábado. En Oro, los de Íscar nos metían gol en su primera jugada. Y después, en cada ocasión que tuvieron. Hasta 8. Casi metieron todas las que tuvieron. Nosotros no, nos cuesta mucho más. Y cuando entramos mal a los partidos, mucho más aún. Esta es una liga muy competitiva y dura. Pero también muy larga y nos tenemos que acostumbrar a sufrir y luchar. No abandonarnos y seguir. Porque si tenemos la más mínima posibilidad de puntuar, habrá que aprovecharla.

El domingo acabó, eso sí, con una sinfonía de juego por parte de los chicos del Plata. Excepcional juego colectivo, buena definición, buena defensa, máxima intensidad...Todo lo que hay que hacer para ganar un partido se hizo. Sin dudar ni un minuto y jugando todo el tiempo a un altísimo nivel. Al alcance de muy pocos. En su división, dura también, no hay ningún equipo que juegue así. El problema...¿somos capaces de hacerlo así casi siempre?¿lo haremos así el próximo sábado? Lo veremos y, espero, lo disfrutaremos.