Pues aquí le tenemos. Vini antes de Vini Jr. Cómo veis en la foto, se sube al balcón y se pone por la parte de fuera. Va al zoológico y se come un bocadillo de ternera dentro de la jaula de los leones. Va a los toros y se mete hasta en los corrales. Ve una sartén de patatas friéndose y las saca con la mano. Siempre por el lado más salvaje de la vida, una vida que se bebe a tragos y no deja ni gota. Y al fútbol sala juega como vive, al límite. Lo deja todo en el campo, en cada jugada, en cada carrera, en cada defensa, en cada golpeo. Siempre es bueno tenerle al lado porque sabes que no se va a guardar nada y además, tiene calidad para regalar. Desde pequeñito en el club, hemos visto como los de Ikea iban entrando en su cabeza hasta dejarla bastante bien amueblada y, cuándo está así, centrado, no hay quién le pare. Un torbellino de esos que si le conoces, en vez de quitarte para que pase, se puede escuchar un "sube que te llevo". Pues eso, a ver dónde nos lleva este torbellino este año.